La Captiva recibirá nueva trompa, del estilo agresivo del Cruze, nuevas ópticas (con leds), nuevas llantas y branquias en los laterales. El capot también sera cambiado.
Todos estos cambios se verán en el próximo salón de París, pero la mayor novedad serán los nuevos motores. Un 2.2 de 163 o 184CV y un naftero de 171CV, motores que son mas potentes pero también mas económicos en lo que tiene que ver con consumo de combustible.
Todos estos cambios se verán en el próximo salón de París, pero la mayor novedad serán los nuevos motores. Un 2.2 de 163 o 184CV y un naftero de 171CV, motores que son mas potentes pero también mas económicos en lo que tiene que ver con consumo de combustible.
En el interior se mantiene el espacio para llevar hasta siete pasajeros, pero se estrenaron nuevos tapizados e iluminación interior.
La Captiva que se comercializa en la Argentina –y también en Europa- se produce en la ex planta Daewoo de Corea del Sur.
Si GM Argentina trajera a nuestro mercado la Captiva mexicana, no tendría que pagar el 35% de arancel de importación que paga la Captiva coreana. Pero se ve obligada a traerla de Asia porque la Captiva mexicana está construida con especificaciones americanas que no se pueden homologar en la Argentina, donde sólo se admiten las especificaciones europeas.
Esta diferencia de especificaciones es la que viene demorando la llegada de otros productos de GM, como el Camaro, cuyo desembarco en la Argentina estaba previsto originalmente para este año. Hasta que no se lance el Camaro con especificaciones europeas, seguirá sin poder llegar a nuestro país.
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